El Nicaraguense

Ya lo leistes? Un buen día me pregunté si habría algún libro que retratara a nuestra gente tal y como es, no estoy hablando de fotos, sino de algo más sublime, de algo mágico: palabras. Empecé a leer "El Nicaraguense" un pequeño y apasionante ensayo acerca de nosotros los nicas y terminé fascinado amando un poquito más a mi Nicaraguita.

Tuesday, August 15, 2006

A rio revuelto, ganancia de... Palomos

En medio de la palmazón ya crónica en que vivimos al menos el setenta por ciento de los nicaragüenses, o lo que es lo mismo si vos estas con otras nueve personas y tres de ellas tienen riales o al menos tiran la pinta de riales vos sos técnicamente un palmado. Pues bien me fui al Palí -León (como parte de un plan de ahorro que responde a una emergencia económica personal dictada muchos meses antes que a Bolaños se le ocurriera la suya) y compré unas galletitas saladitas, que saben a galletita Ritz, parecen galletita Ritz, pero que no son galletitas Ritz, sino una especie de clon de estas famosas galletitas con otro empaque, otra marca y… lo más importante, otro precio, un precio más barato. Pensaba “volarme” la semana desayunando leche en polvo “La lechera” a 9 pesos el litro, los clones de las galletitas Ritz y jalea. El martes en la mañanita me fui a Kilaka, mi lugar de trabajo, a 57 kilómetros de Chinandega, un poco antes de Cosigüina.

Pensé en lo bien que me caería un paquetito de galleta con jalea y leche caliente después de semejante viaje. Cuando voy sacando de mi maleta la bolsa plástica de gabacha en que estaba mi desayuno, veo que se cae algo de leche en polvo. ¡Qué pasa?
¡Será que en el Palí agarré una bolsa de leche con hoyos?

No, no era eso, porque tampoco recuerdo haber comprado unas galletas mordisqueadas. Damn!, como dicen los gringos, los pendejos ratones se comieron mi desayuno de la semana.

De repente mi “escasez estomacal” invadió mis entonces hipoglicémicas neuronas y pensé: “no creo que me pase nada si me como las que no están mordidas, total! Si pongo a hervir bien el agua con que voy a hacer la leche no creo que me pase nada…” Damn! de nuevo. ¿Las boto?, pero dónde? si ni papelera tenemos en nuestro cuarto. Decidí colgarlos lo más alto que pude en el portón de la entrada, no era muy buena idea, pero al menos no atraería ratones, moscas ni otros bichos al cuarto. Funcionó muy bien para los bichos, pero para sorpresa mía no para una jauría de ocho perros flacos costilludos que empezaron a querer bajar la bolsa, parándose en sus patas traseras. Pensé que ya que no me lo iba a desayunar, que se lo desayunaran ellos. En realidad me pareció raro que los perros estuvieran interesados en leche en polvo, me dio la impresión que se iban a pegar comiendo ese polvo blanco con galleta seca… pero perro flacos es perro con hambre y no solo se limitaron a romper las bolsas sino a disputarse la mejor parte…y entonces en medio de su flacura y miseria comenzaron a atacarse unos a otros. La primera que salió del pleito es una perra costilluda café, que siempre anda las tetas como si está recién parida. Todos la conocen como “la mujer del Palomo”, un perro blanco sucio, flaco y medio pelón por sus quince años de vida. Nunca ha sido tan cierto el refrán “perro que ladra no muerde” como lo es en el Palomo, pues son aun frecuentes sus ladridos en defensa de las dos casas en las que transcurre sus últimos años, pero sus mordidas imposibles desde hace un lustro en que perdió su último diente. Palomo parece olvidarlo cuando quiere amedrentar a otro perro y en vez de pelar los dientes que no tiene, pela las encías chintanas, lo que quizás por respeto o miedo ocasiona la fuga inmediata de sus rivales.

Pero aun con todas sus dolencias el Palomo no ha renunciado a las perras: su más viejo vicio. En su juventud se dice procreó todo un linaje completo en Kilaka, poseyó innumerables hembras, muchas de ellas cachorritas hasta conocerlo.

No todo el tiempo Palomo fue así, como perro de monte tuvo que trabajar duro desde cachorro. Si hay algo en lo que destacó fue por dominar a la perfección el arte de cusuquear. Se convirtió en el terror de los cusucos de los cerros de Kilaka. En aquellos tiempos en los que los había en abundancia llevaba hasta dos o tres al día. Parecía tener un radar para localizarlos en las cuevas, escarbaba y los mordía hasta que su amo llegaba agarraba el cusuco y lo metía en un saco.

Pero el tiempo que todo lo cura, todo lo madura y… todo lo cambia pasó también por nuestro cazador amigo y poco a poco fue perdiendo además de sus reflejos y su agudo olfato, lo más preciado para quien diga llamarse un verdadero can: sus dientes.

Y como siempre ocurre, el buen Palomo fue sustituido por un joven, galante y fuerte cánido que ahora se arrogaba las atribuciones que tanta gloria le habían dado a nuestro senil compañero. Incluso Carlitos su fiel compañero de juego dejó de tenerle la paciencia de antaño y también lo sustituyó.

¿Qué se puede hacer cuando sos despreciado por los que han vivido con vos toda la vida? ¿Qué queda por hacer cuando ya no podés hacer lo que mejor has hecho desde siempre? Hacer uso de tu experiencia y dominar y eso es lo que precisamente Palomo hizo cuando una mañana vio a los ocho perros flacos peleando por una bolsa de leche en polvo y unas galletas mordisqueadas: caminó lentamente hacia el barullo, lentamente lamió el polvo de la bolsa mordida por los otros perros y terminó su banquete lamiendo la sal de las galletitas clones. Viéndose satisfecho y previendo que dentro de unas horas iba a tener hambre sujetó con su desdentado hocico lo que quedaba de las galletas y se retiró pacientemente ante la mirada atónita de los otros perros que parecían haber entendido que más vale la experiencia que la fanfarronería.

Mi Seleccion favorita

Hay libros que uno lee y le gustan tanto que desde antes que se llegue al final presiente que no los olvidará y que pasaran a formar parte de cada una de las millones de células que forman el cuerpo humano. A mi me ha pasado un par de veces en el pasado y me sigue pasando mes con mes cuando leo selecciones del reader´s digest. A selecciones la recuerdo desde siempre, incluso desde antes de aprender a leer, gracias a mi papa y a mi abuelo los cuales se encargaron de contagiarme con el germen de la lectura desde muy corta edad. fue amor a primera vista, la revista me conquistó con coloridos, creativos y divertidos dibujos con los que acostumbran acompañar sus artículos, los cuales a la fecha suelo ver con detenimiento y no dejo de admirar y de divertirme con el toque de buen humor que siempre saben dar a los asuntos más serios.

Nada es más fascinante que lo prohibido. Esto es así y fue particularmente cierto también para selecciones en los años 80 en los cuales la sexagenaria revista fue considerada peligrosa para los ideales revolucionarios nicaragüenses y su circulación prohibida. Pero no hay mejor aliciente para los grandes amores que una buena dosis de oposición y adversión más una pizca de clandestinidad. Y me tocó leer a escondidas los ejemplares que le traían a mi abuelo de México, disfrutando cada parte de la revista, desde los colores de su portada hasta el olor que sólo lo nuevo puede dar.

Hoy basta ir a cualquier tienda, librería o incluso en los kioscos de revistas de los mercados para tener tu ejemplar del mes. Fue precisamente buscando “mi dosis mensual de revista” que hace unos tres años me encontré que en lugar de la edición ordinaria estaba la edición de los 60 años de selecciones, un auténtico banquete para los lectores y la cual tuve la dicha de comprar dos veces y la desdicha de perder otras dos veces más.

El destino así lo quiso y trato de pensar que esas dos pérdidas contribuyen al aire legendario propio de las ediciones extraordinarias.

Creo que haberlas perdido es lo mejor que les pudo haber ocurrido a mis revistas pues ahora son recordadas, extrañadas y mitificadas… y porque al igual que en la vida en la que los amores imposibles son añorados, la selección que se tuvo y se perdió es la mejor de todas.

Saturday, August 05, 2006

¿ENANISMO GENETICO O CULTURAL?


Dr. Bomar R. Mendez R.

La desnutrición crónica se monitorea con el índice nutricional Talla/Edad. En Nicaragua, la” que los otros. Lo que es peor es que esta situación se sigue presentando a pesar que cada última encuesta de ENDESA en el 2001 arrojó que la desnutrición crónica afectaba poco más del 20% de nuestra niñez. Es decir, 20 de cada 100 niños tallaban menos de lo que debían tallar, o lo que es 20 de cada 100 niños van a ser más “chaparritos vez se insiste más en la importancia de monitorear el crecimiento en los niños-as menores de dos años, porque desde hace mucho se conoce que los dos primeros años de vida son los de mayor ganancia de talla en el ser humano

El problema es de una mayor dimensión cuando se sabe que la pérdida de talla no se da así por así, sino que va a asociada a un número elevado de episodios de IRAS y EDAS, lactancia materna acortada o totalmente ausente, espacios ínter genésicos cortos, bajo nivel educativo, malnutrición en el embarazo y falta o deficiente administración de hierro, vitamina A y vacunas.

De tal manera que el problema no se limita a que los niños vayan a ser más “chaparritos” sino que también se van a enfermar más, tendrán disminuidas sus posibilidades de progresar en la escuela y perpetuarán el círculo vicioso de la desnutrición en la cual un niño-a desnutrido-a se convierte en un padre o una madre desnutrida que dará a luz a otro hijo-a desnutrido-a.

Actualmente se insiste en la promoción del crecimiento porque existe una asociación marcada entre la ganancia de peso en los niños-as y el aumento de talla.

La promoción del crecimiento es pesar mensualmente a los niños-as, discutir con la madre si hubo o no aumento de peso con respecto al mes anterior y lo más importante ¿qué hará la madre para mejorar?

Con todo la situación tiene un futuro provisorio, recientemente el MINSA ha adoptado la estrategia PROCOSAN (Programa Comunitario de Salud y Nutrición), con la cual se pretende dar un seguimiento más estrecho a los menores de dos años, trabajando como su nombre lo indica con personal comunitario.

Paralelo a esto se capacita al personal voluntario comunitario en preparación de alimentos con alto valor nutricional para que estos sean promovidos entre las madres y entre las embarazadas.

La meta es alta y el camino apenas se inicia, pero se anda más rápido cuando se tiene en mente a esos veinte niños…que aunque pequeños “uno grande los sueña”.

Sunday, June 25, 2006

La Sonrisa


18/06/05
Mi María José:

Por este medio te comunico que has logrado lo imposible y creo que hasta lo impensable: opacastes la belleza, sabiduría y majestuosidad de dos templos católicos de León, los cuales se cuentan entre los más bellos no sólo de Nicaragua sino de Centroamérica. Hoy me dieron cuenta de esto y fue así: en los quince días que tu foto pasó colgada esperando ser retirada en la tienda donde la enmarcaron produjo más elogios y preguntas que el cuadro en acuarela de la Iglesia la Recolección que tenía a su derecha y que el cuadro en acuarela de la Iglesia El Calvario (con todo y sus remodelaciones) que tenía a su izquierda. Fue algo así como un mano a mano en el cual arrasó esa sonrisa que con sólo verla me hace querer tirarte a la cama y morderte. No fue una persona la que preguntó quien era esa muchacha con esa “sonrisa tan bonita” sino varias y no los culpo, pues fue esa “mentada” sonrisa la que me llevó a iniciar esta empresa que desde hace quince días vengo anunciando con bombos y platillos… ¿Sabés qué? Después de todo esto he pensado en ponerte de nuevo a vos en medio y al lado derecho a la “Gioconda” y a tu izquierda la Pirámide de Keops y estoy seguro que de nuevo arrasás.

Saturday, June 24, 2006

Viaje a la Costa


En agosto del 2004 MFEWS, una poderosa firma consultora gringa me envió a la Costa Atlántica Nicaragüense a través del Sistema Mesoamericano de Alerta Temprana para la Detección Precoz de Indicadores de Seguridad Alimentaria, y al cual debido a lo largo de su nombre terminamos llamando simplemente Sistema Mesoamericano. Me fui por Atlantic Airlines, “la gigante de la aviación nicaragüense”… bueno, en realidad un avioncito que tenía como estrategia para conquistarle clientes a su archirival “La Costeña” un paquetito de galletas de un peso, un vasito descartable de café, de esos pequeñitos, de poroplas y el periódico del día.

Como muchas cosas grandiosas en mi vida sucedió inesperadamente. Semanas atrás había ido a un taller de Antropometría con énfasis en Talla y Peso a Managua promovido por Acción contra el Hambre; por eso cuando en la oficina se recibe otra invitación de ellos para un taller a realizarse en el Crown Plaza todos piensan que es la segunda parte del taller de antropometría y el hombre indicado, el hombre a llamar era yo tanto para darle continuidad al taller anterior como para terminar de “graduarme” como el especialista en Antropometría del equipo de salud y nutrición. Me levanté como a las cinco de la mañana, pues a las 6 y 30 de la mañana tenía que estar en el Starmart donde me iba a pasar trayendo el conductor. Llegué tarde al Crown Plaza, entro al salón y veo que en el Data Show hablaban de las características sociodemográficas de la región central del país haciendo énfasis en la urgencia de delimitar adecuadamente la frontera agrícola, debido a su inclemente desplazamiento. ¿De qué diablos están hablando?¿Dónde están los tallímetros y las balanzas? ¿Alguien ha visto a los antropometristas? ¿Me perdí de algo? Sí, definitivamente, me perdí de mucho. Si no hubiera visto a un par de compañeros de trabajo habría buscado otro auditorio pensando que me había metido en el lugar equivocado. Pronto me di cuenta de todo: formaría parte de un equipo de cinco personas (un guatemalteco, una danesa, una francesa y dos nicas) que iría a hacer grupos focales a Ometepe, Granada, Masaya, San Rafael del Sur y a la Costa Atlántica.

Se fijó la fecha de partida a la Costa Atlántica para el 9 de agosto. Como nos ibamos por aire, debía estar en el Aeropuerto a más tardar a las 5 y 30 de la mañana, por lo que no había otra opción que quedarme en Managua. En nuestra capital hay muchos hoteles que hasta forman parte de exclusivas cadenas internacionales, inclusive ahora hasta un Hilton tenemos, pero mi primera opción para dormir en Managua es la casa de mi tía Vero donde con mi primo Ernesto no falta una improvisada tertulia literaria aderezada con la locuacidad que dan unas buenas cervezas. Mi buen primo me fue a dejar puntualmente al Aeropuerto, a la parte de vuelos nacionales. La francesa y la danesa ya estaban ahí. Maldición! Quería parecer un experto, 10000 millas voladas, muchos aeropuertos conocidos, éste es sólo un vuelo más, esto no es nada para mí. Pero en realidad si lo fue, para comenzar quise tomarle una foto al avioncito, antes de montarme, pero no me atreví para no delatarme, pues tenía que parecer experimentado. ¿Cómo luciría un novato frente a dos ciudadanas de la Unión Europea, que han viajado creo que desde antes de caminar? Pero el cuerpo no entiende de disimulos y me sujetó al asiento con una dosis de adrenalina combinada con una recién descubierta fobia a las alturas, maldición! no pasaba de la primera columna del periódico, mi vista iba de la primera plana a la ventanilla; el periódico a vista entera con zoom y todo, la ventanilla de reojo. ¿Bómar nunca has viajado? ¿Cierto?, ahí estaba Maren Egedorf delatándome, hablándome con un acento que me sonó medio alemán, como de esas películas dobladas de la Segunda Guerra Mundial. Era la líder del equipo y una inteligente danesa con seis meses de embarazo, que vivía en Centroamérica desde hacía diez años. Asentí levemente y dibujó una sonrisa de misericordia en su cara chela de ojos azules con anteojos, descripción común a cualquier danesa.

Llegamos y veo el rótulo fuera del aeropuerto, donde están los taxis: Welkom to Bluffields. Pienso: ¿Y cómo es que estos costeños hablan inglés y escriben mal las palabras? Lo primero que advertí en Bluffields son sus calles angostas y tapizadas no con adoquines o asfalto sino con grandes cuadros de concreto. Nos hospedamos en la zona comercial de la ciudad, cerca del mercado y del puerto. En el muelle se puede tomar una lancha hacia el Bluff, de donde los coreanos sacan camarones en unos barcos destartalados con un aire espectral; que me hicieron pensar en informar a algún ejecutivo de Hollywood que quiera alquilarlos para “El Barco Fantasma II”, si es que deciden hacerla porque la primera es un asco. Pero esos barcos sirven? le preguntó Maren a otra pasajera de lancha? Yes, they have strong motors, la señora prefirió contestar en inglés pues dijo que muchas veces el sólo hecho de hablar de las camaroneras es “meterse en problemas”.

Hay una parte bonita que al menos a mí me recordó a la Isla de Pascua por el montón de estructuras no de piedra sino de concreto y a los cuales les tomé como tres fotos de las pocas que logré tomar con la cámara digital que estaba aprendiendo a manejar. Otro recuerdo grato es una niña negra anunciando una y otra vez, casi sin respirar como si fuera una competencia: “¿Quieren queque de quequisque? ¿Quieren queque de quequisque? Me lo sirvió en un papel y me costó cinco pesos. Lo mejor fue el viaje a Pearl Lagoon, a través de una “carretera” de agua. La “panga rápida” como le llaman salía hasta que se llenaba con 16 pasajeros. Llegamos poco antes de las 8 de la mañana y la panga se llenó casi a las 10 y 30. Para colmo se descompuso y tuvimos que esperar que nos rescataran. Fuimos llegando poco después de la 1 de la tarde, con hambre y con mucha sed. Las viviendas en Pearl Lagoon contrastan con muchos lugares en Nicaragua: muchos profesionales que conozco incluyéndome desearíamos tener una casa de esas; la gran mayoría parecen las casas modelos que salen en la televisión cuando anuncian los préstamos hipotecarios BDF, son construcciones fuertes de concreto y hierro y a decir verdad en poco más de un kilómetro que recorrí sólo ví una casa como la que esperaba fuera la gran mayoría: de tambo, vieja y medio destartalada. En Pearl Lagoon me convencí de la buena calidad del inglés criollo que se habla, porque la danesa (que era trilingue) se comunicó en perfecto inglés con ellos. Definitivamente subestimé el impacto económico generado por las remesas de los trabajadores de los cruceros y olvidé que esta gente nace, crece y vive bilingüe y que por tanto no sólo aspira a trabajos donde se requiere gente bilingüe, sino que los consigue. Como mi amigo Raúl, el cual hasta mi llegada era el único “lagureño” que conocía y por el cual pregunté en cuanto pude. Me dijeron que mi amigo, “el doctor” a como lo conocían estaba en un hospital de Belice ganando más de mil dólares al mes. Me dio la impresión que todos lo conocían y seguro era porque era el primer médico “Made in Pearl Lagoon”. Me di cuenta que “apenas” estábamos a 8 horas de Corn Island en Ferry, que el Direct TV es un factor común a muchas casas, que en el Orinoco hay manatíes, que éstos ocasionalmente eran lastimados por las aspas de los motores de las lanchas de los pescadores provocándoles la muerte, pero sobre todo que entre los negros de allá y los mestizos de acá hay más que tierra y agua de por medio.