He decidido compartir las fotos que he tomado en el 2006 y en el 2007 en el cumpleaños de mi mamaíta, las que hasta hoy he atesorado. Es un homenaje a esa gran pequeña mujer de dos colas, de cuchara exquisita, amante de las plantas, los animales y los nietos. Son inolvidable para mí los domingos en que Rommel y yo eramos adiestrados en el noble arte de bañar perros, aunque apenas termináramos y los soltáramos estos salieran al primer montón de tierra que encontraran y se revolcaran como si fuera la última vez en su vida que lo iban a hacer. ¡Cómo olvidar ese posol de las 10 de la mañana que nos helaba la garganta después de regar el patio con el agua sucia del lavandero! o las ramas de jocote que parecían especialmente diseñados por el Creador (con nudos y todo)para "arrendar" a los chavalos que llegaban tarde a la escuela del rancho. Un beso mamaíta. Bomar
En la Iglesia de Sutiava en agosto del 2006
Con sus cinco hijos y cuatro de sus nietos
Tertuliando Doña Elena, dos de sus nueras y su cuñado-vecino
La Tia Vero y su benjamin
El Nicaraguense
Ya lo leistes? Un buen día me pregunté si habría algún libro que retratara a nuestra gente tal y como es, no estoy hablando de fotos, sino de algo más sublime, de algo mágico: palabras. Empecé a leer "El Nicaraguense" un pequeño y apasionante ensayo acerca de nosotros los nicas y terminé fascinado amando un poquito más a mi Nicaraguita.
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